domingo, 3 de marzo de 2013

Puerto Rico se vuelve más amistoso con los gays

SIEMPRE ES QUE SER PARTE DE LOS EEUU ARRASTRA MUCHAS COSAS BUENAS.. NO?


El avance de los derechos de los homosexuales en Estados Unidos está llegando a Puerto Rico, lo que va convirtiendo a la isla en un sitio relativamente acogedor para la comunidad gay en una región donde las leyes contra la sodomía y el hostigamiento a los homosexuales son frecuentes.

El Partido Popular Democrático en el gobierno promueve un proyecto en la legislatura que prohibiría la discriminación en base a género u orientación sexual, una medida adoptada por aproximadamente la mitad de los estados en Estados Unidos. Otro proyecto haría extensiva la ley sobre violencia doméstica a las parejas gay.
Poco después de asumir el puesto en enero, el gobernador Alejandro García Padilla firmó una orden que extendía el seguro de salud para las parejas de los trabajadores en la rama ejecutiva del gobierno que vivieran con ellos, independientemente de su sexo.
Y un popular ex gobernador conservador, Pedro Rosselló, sorprendió tanto a partidarios como a adversarios cuando afirmó el mes pasado que apoyaba inequívocamente el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
"Es un momento en que es importante hablar de derechos humanos", dijo Rosselló, quien hace 14 años firmó una ley como gobernador que prohibía el reconocimiento de los casamientos homosexuales formalizados en el exterior.
"A mí me parece extraordinario", dijo Pedro Julio Serrano, un activista puertorriqueño por los derechos de los gay. "Hemos llegado a un momento decisivo. Esto es inevitable".
"Los temas que se están discutiendo hoy públicamente eran impensables hace unas décadas atrás", afirmó Osvaldo Burgos, vocero del Comité Amplio por la Búsqueda de Equidad, que representa a más de una decena de organizaciones locales defensoras de los derechos humanos.
Los activistas por los derechos de los homosexuales elogiaron que el Departamento de Justicia en la isla esté llevando el juicio de su primer caso de crimen de odio luego del asesinato de un estilista a quien le prendieron fuego.
Pero la tendencia no ha sido monolítica. La Corte Suprema de la isla ratificó por estrecho margen la semana pasada una ley que prohíbe que las parejas del mismo sexo adopten niños. Pese a una serie de legalizaciones en Estados Unidos en la última década, las adopciones por parte de dichas parejas siguen estando prohibidas también en muchos estados norteamericanos.
Y muchos puertorriqueños siguen disgustados por los cambios. En febrero, grupos eclesiásticos movilizaron a unas 200.000 personas contra toda iniciativa para extender la ley sobre violencia doméstica a las parejas gay.
El vocero de esa marcha, César Vázquez, dijo que el estado no debía interferir con el matrimonio y la familia. Y una prominente pastora boricua, Wanda Rolón, dijo que a los niños no se les debe enseñar a temprana edad que pueden existir diferentes tipos de familias, una propuesta que el gobierno de García está sopesando.
"Eso es muy peligroso", afirmó. "Les va a despertar unas inquietudes que pueden traer confusión"
"Lo que debemos proteger en este tiempo es fortalecer el matrimonio, fortalecer a la familia", terció Rolón. "Vamos a ser una sociedad mucho más sana".
La resistencia a los derechos de los homosexuales era todavía más intensa en la década de 1970, cuando los activistas por dichos derechos protestaron por la ley contra la sodomía y los legisladores aumentaron la pena a diez años de prisión en vez de tres.
Muchos homosexuales y lesbianas vivían con temor. Un asesino compulsivo en la década de 1980, apodado "el Angel de los solteros", fue vinculado al homicidio de 27 varones homosexuales.
La opinión pública se mantuvo mayormente inalterada hasta comienzos de la década del 2000, cuando los legisladores aprobaron una ley contra los crímenes de odio y abolieron la ley de sodomía.
Otro momento clave sobrevino en noviembre del 2009, cuando la policía halló el cuerpo decapitado y parcialmente quemado del estudiante universitario Jorge Steven López Mercado, de 19 años, conocido por su trabajo con organizaciones partidarias de la prevención del VIH y de los derechos de los gays.
Poco después, el popular cantante puertorriqueño Ricky Martin anunció que era homosexual. Dijo que no podía mantenerse callado ante ese tipo de manifestaciones de odio, y los legisladores empezaron a considerar proyectos sobre los derechos de los homosexuales. El año pasado el boxeador pluma Orlando Cruz al parecer fue el primer boxeador en declararse abiertamente gay mientras aún participa en los cuadriláteros.
"En Puerto Rico por fin se reconoció que la homofobia era un mal social que había que combatir", dijo Serrano, vocero de la Fuerza Especial Nacional de Gays y Lesbianas, con sede en Estados Unidos. "Luego de eso, las cosas empezaron a cambiar rápidamente".
Muchas otras naciones insulares del Caribe siguen manifiestamente hostiles a la homosexualidad.
Jamaica, Barbados, Guyana y Granada todavía conservan leyes contra la sodomía y muchos homosexuales viven bajo el temor a ser expuestos y a ser víctimas de violencia. Esos temores no son injustificados: pistoleros enmascarados invadieron una cabaña de vacaciones en Santa Lucía en marzo del 2011 y golpearon a tres turistas estadounidenses homosexuales. Dos de cinco sospechosos fueron arrestados.
Un año antes, en Jamaica, la policía halló el cadáver de un activista por los derechos gay, de 26 años, muerto a puñaladas.
El año pasado, las autoridades de Dominica hicieron descender a una pareja gay de un buque crucero y los acusaron de exposición indecente. Manifestantes indignados han protestado en Jamaica cuando llegan cruceros de turistas homosexuales.
Mientras tanto, un enorme crucero gay arribó recientemente a Puerto Rico sin que los medios de prensa le prestaran mayor atención.
"(Puerto Rico) tiene desde hace tiempo reputación de ser uno de los lugares más amistosos en el Caribe", dijo LoAnn Halden, vocera de la International Gay & Lesbian Travel Association con sede en la Florida.
El fallo judicial sobre el casamiento gay ya ha causado alguna repercusión en favor de los derechos homosexuales.
"Eso es una barbaridad lo que se hizo", afirmó Eduardo Bhatia, presidente del Senado de la isla y miembro del partido del gobernador, quien agregó que los hijos de las parejas gay deberían gozar de iguales derechos.
Carmen Milagros Vélez, profesora de ciencias médicas en la Universidad de Puerto Rico y madre de una niña de 12 años sobre la que gira el caso de adopción, dijo que la Corte Suprema debería reconsiderar su decisión.
"Somos una familia como cualquier otra, con los mismos retos, incluso tal vez más retos porque tenemos menos derechos", sentenció.


TOMADO DE TERRA

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