MIENTRAS NOS NIEGAN LA POSIBILIDAD DE DONAR SANGRE, SÓLO DEJAN DOS POSIBILIDADES O QUE QUIENES ESTÁN ENFERMXS MUERAN DESANGRADOS O QUE TENGAMOS QUE MENTIR Y DECIR QUE NO SOMOS GAY PARA UE OTRXS VIVAN. QUE ESTUPIDEZ, NO?
MIENTRAS EN COLOMBIA se mantiene el veto sobre la comunidad homosexual
para donar sangre, países como Inglaterra, Escocia, Australia, Suecia, Rusia y
Australia han "suavizado" la prohibición originada en los años 80.
Como lo asegura Luis Ángel Villar, director de la Asociación
Colombiana de Infectología (Acín), este "no es un tema fácil".
El veto que impedía a los homosexuales del Reino Unido donar sangre,
fue levantado por el gobierno de David Cameron.
El anuncio congregó la atención de las comunidades homosexuales de
todo el mundo, quienes ven en esta restricción una medida discriminatoria.
La aparición del VIH en los años 80, virus que entonces afectó
primordialmente a personas homosexuales, generó la formulación de esta
política.
No obstante, bien es sabido ahora que ni el VIH, ni el sida
discriminan preferencias sexuales.
"El riesgo a la salud pública no está en la condición de la
persona, sino en los comportamientos de riesgo que asuma, indistintamente de la
orientación sexual que tenga", señala Germán Rincón Perfetti, abogado con
una larga trayectoria en casos legales que demandan derechos de la comunidad
LGBT.
"Si un hombre tiene sexo sin protección con varias mujeres y un
homosexual no tiene sexo con nadie, pues obviamente la persona heterosexual
estaría más en riesgo mientras en la persona homosexual el riesgo es cero. No
se podría decir que la sola condición entonces se puede negar la
donación", afirma Rincón Perfetti.
En este sentido se orientó la recomendación del Comité Asesor sobre
Seguridad de la Sangre, los Tejidos y los Órganos.
Este comité inglés consideró que debe transcurrir un año entre el
último contacto sexual y la donación para que los hemocomponentes de la persona
homosexual puedan ser considerados aptos.
Los científicos encontraron que uno de cada seis hombres homosexuales
que habían sostenido relaciones sexuales con hombres habían donado sangre pues
a la mayoría de ellos les parecía injusto el veto.
Japón y Suecia han emitido directrices similares, mientras que en
países como Nueva Zelanda deben pasar cinco años.
Hay restricciones, sí, pero es una ventana que se abre en el muro del
tajante no.
La otra cara de la moneda
Descartando que los homosexuales sean los únicos que pueden
contagiarse de VIH, como peligrosamente se creyó en los primeros años de la
epidemia, los hombres que tienen sexo con hombres sí se exponen a un riesgo
mayor de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"En términos generales, estos hombres tienen casi 20 veces más
probabilidades de contraer la infección por el VIH que la población
general", advierte la agencia de Naciones Unidas.
Otro punto epidemiológico que entra en el debate es un
"resurgimiento" de la infección en hombres que sostienen relaciones
homosexuales detectado por la OMS.
Este fenómeno se estaría dando principalmente en los países
industrializados, pero también en América Latina y el Caribe. En 2010, 7.510
personas fallecieron en Colombia por cuenta del sida.
Juan Camilo Olarte, coordinador de salud de la Cruz Roja Colombiana
Seccional Antioquia, explica que para que el líquido vital de un donante entre
a formar parte de la reserva del banco sanguíneo se tiene que cumplir con una
larga serie de requisitos.
Por esta razón, el formulario rutinario utilizado para aprobar un
donante está colmado de preguntas que indagan sobre asuntos como el consumo de
medicamentos, viajes recientes y hasta hábitos sexuales del cónyuge.
Aunque se muestra a favor de abrir la gama de donantes a la comunidad
homosexual, Olarte señala que el hecho de que sean uno de los grupos más
afectados por el VIH dificulta este cambio. Además, la ventana inmunológica del
VIH es de hasta 30 días. Esto significa que puede pasar un mes antes de que un
contagio pueda ser detectado por las pruebas de laboratorio.
"El día en que tengamos una prueba donde el periodo de ventana
inmunológica se disminuya muchísimo, y sea uno o dos días, ahí sí podremos
aceptar a todo el mundo. Pero mientras existan esas brechas, esas falencias
científicas, y esa población ocupando el primer lugar de infectados con VIH,
tendremos que seguir sin aceptarlos como donantes de sangre", asegura
Olarte.
¿Asunto de derechos o de salud pública?, se pregunta el presidente de
la Acín, Luis Ángel Villar.
Mientras este interrogante se resuelve, Germán Rincón Perfetti
recuerda que el consejo de Onusida es no negar la posibilidad de donar sangre
al grueso de la población homosexual.
"El grupo de salud debe ajustar las prácticas médicas, no
solamente a una visión sanitaria, sino que debe incluir el contexto de derechos
humanos para efectos de fijar políticas públicas o criterios", afirma,
"de lo contrario, están violando los derechos humanos, los tratados
internacionales y la Constitución Política".
TOMADO DE: EL COLOMBIANO
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