OJALÁ LA IGLESIA SE MOVILIZARA ASÍ PARA PROTESTAR CONTRA LA PEDOFILIA, LA VIOLENCIA SEXUAL CONTRA LA MUJER, LOS ASESINATOS Y VIOLENCIA POR IDENTIDAD SEXUAL O CONTRA CUALQUIER TIPO DE DISCRIMINACIÓN.. NO?
Llegados de toda Francia en 900 autobuses, 30 trenes y miles de automóviles -a los cuales se sumaron los parisinos-, cerca de un millón de personas desfiló el domingo en las calles de París para exigir al gobierno que retire su proyecto de autorizar por ley el matrimonio gay y la posibilidad de que los homosexuales puedan adoptar niños.
Si es aprobado por el Parlamento, que comenzará a considerarlo el 29 de enero, el proyecto presentado por el gobierno socialista de François Hollande acuerda a las parejas homosexuales que contraigan enlace los mismos derechos que tienen actualmente los matrimonios heterosexuales.
La marcha, que comenzó en tres lugares diferentes de París y culminó a los pies de la Torre Eiffel, congregó 800 mil personas, según un vocero de los organizadores. La policía, por su parte, calculó que hubo algo más de 340 mil personas. Algunos expertos en este tipo de demostraciones callejeras estimaron que hubo cerca de un millón de personas, teniendo en cuenta que la gente se concentró en las aceras a ambos lados del desfile. Por otra parte, numerosos concurrentes no hicieron todo el recorrido, que duró en total casi cinco horas y se realizó bajo un frío inclemente, cielo gris e intenso viento.
La enorme protesta, bautizada Manifestación para todos, fue sin duda la mayor demostración pública realizada en los últimos 25 años en París. El otro precedente de esa magnitud fue la gran manifestación organizada en 1984, durante el gobierno de François Mitterrand, en defensa de la escuela libre. Esa prueba de fuerza reunió unas 850 mil personas.
La Iglesia católica tuvo una activa participación en la organización de la manifestación e incluso algunos prelados desfilaron en primera fila, pero "a título de ciudadanos". El cardenal primado, monseñor André Vingtrois, se limitó, por su parte, a presenciar la salida de una columna.
Entre los militantes había numerosas familias con niños que portaban pancartas en las que se podía leer "Viva la familia, no a una imitación", "No al OGM humano", "No desnaturalicemos el género humano", "No hay óvulos en los testículos" o "Sé de donde vengo, pero me pregunto adónde voy". Un servicio de 6 mil miembros evitó que se produjeran incidentes.
La única provocación fue protagonizada por un gay que se acercó a un grupo de organizadores en el momento en que formulaban declaraciones a la televisión. En forma sorpresiva, se acercó a uno de los dirigentes y le dio un beso en la boca. Fue tan grande el estupor que el agresor pudo alejarse sin problemas antes de que el servicio de orden tuviera tiempo de reaccionar.
Al terminar la marcha, los portavoces de la protesta leyeron una carta abierta dirigida a François Hollande en la que le solicitan que "suspenda un proyecto que divide a los franceses".
La presidencia reiteró que no dará marcha atrás. La manifestación fue "consistente" y "expresa una sensibilidad que debe ser respetada", pero "no modifica la voluntad del gobierno de organizar el debate en el Parlamento para permitir que la ley sea votada", declaró una consejera de Hollande.
Más de un centenar de diputados y senadores del partido sarkozysta Unión para una Mayoría Popular (UMP) que ocuparon primeros puestos de la manifestación le dieron un tono decididamente político a la protesta. El llamamiento a manifestar, lanzado hace algunos días por el presidente de la UMP, Jean-François Copé, no unánimemente seguido por su partido. El exprimer ministro François Fillon no participó en la marcha, pero aportó su respaldo a los opositores al matrimonio homosexual y exhortó a Hollande a "no imponer por la fuerza" un proyecto que "divide" al país.
Copé también apeló a Hollande a escuchar las demandas populares. El exministro Laurent Wauquiez, por su parte, exige la organización de un referendo.
El Frente Nacional de extrema derecha también se dividió. Mientras que su vicepresidente Louis Alliot participó en la manifestación, la líder del partido, Marine Le Pen, estuvo ausente para "no hacerle el juego a la UMP". Para ella, el debate sobre el matrimonio homosexual es una "tentativa de distracción" de la clase política para que no se aborden los verdaderos problemas del país.
Pen estuvo ausente. Para ella, el debate sobre el matrimonio homosexual es una "tentativa de distracción" de la clase política para que no se aborden los verdaderos problemas del país.
En el cortejo también se la presencia de diversos grupúsculos de extrema derecha. Los católicos integristas de Civitas desfilaron por su cuenta, sin mezclarse voluntariamente con el grueso de la protesta: "El matrimonio gay es contra-natura. De ninguna manera queremos ser recuperados dentro de un mensaje de tolerancia con la homosexualidad", explicó Alain Escada, presidente de Civitas.
Si bien la demanda de referendo cuenta con el apoyo de una mayoría de franceses (75 por ciento), no será aceptada por el gobierno. "La Constitución precisa los terrenos sobre los cuales es posible un referendo. Este no es uno de esos casos", declaró la ministra de Justicia, Christiane Taubira.
Hollande estima que, al elegirlo en mayo pasado para ejercer el poder, los franceses ya respondieron positivamente a ese referendo, pues el matrimonio gay figuraba en su programa de campaña. Los electores volvieron a ratificar ese proyecto al acordarle una amplia mayoría en el Parlamento pocas semanas después. Los sondeos demuestran además que el matrimonio gay cuenta con el apoyo de 56 por ciento de la opinión pública, aunque sólo 50 por ciento de la sociedad se declara a favor de la adopción.
Es por eso que la posición del gobierno es mucho más matizada con respecto a la procreación medicamente asistida (PMA). Ese tema fue eliminado de la ley sobre el matrimonio homosexual, y al parecer será incluida en otro proyecto de ley, que se presentará en marzo. Ese tema, que no figuraba entre las promesas de campaña del presidente, es mucho más resistido por la opinión pública. Según sus colaboradores, Hollande debería tener en cuenta la envergadura de la protesta del domingo cuando llegue el momento de pronunciarse sobre la PMA.
Los partidarios del casamiento mostraron su desdén por la posición de los manifestantes antigays, mediante carteles colocados a lo largo del recorrido y anunciaron que, por su lado, desfilarán el sábado próximo en París para pedirle a Hollande que cumpla su promesa.
TOMADO DE OEM
El presidente francés Francois Hollande ha condenado la presión católica en contra de la igualdad
El presidente de Francia, Francois Hollande, ha mostrado su apoyo a Vincent Peillon, ministro de Educación del país, después de que el mismo exigiera recientemente a la Iglesia Católica que no aproveche sus colegios e institutos en la región para adoctrinar a los jóvenes en contra del matrimonio igualitario.
El presidente de Francia, Francois Hollande, ha exigido públicamente a la Iglesia Católica que no presione a los jóvenes franceses en contra del reconocimiento del derecho de las parejas homosexuales a unirse en matrimonio.
El dirigente francés ha llevado a cabo dicha petición tras la polémica que han suscitado unas recientes declaraciones del ministro de Educación de Francia, Vincent Peillon.
El ministro de Educación francés ha sido condenado e instado a dimitir por colectivos religiosos después de que exigiera recientemente a la Iglesia Católica mantenerse al margen del reconocimiento del matrimonio igualitario.
El ministro de Educación francés pidió a la Iglesia Católica que no aproveche sus colegios e institutos en el país europeo para adoctrinar a los jóvenes franceses en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo.
El ministro de Educación francés manifestó que "no parece sensato iniciar un debate sobre el derecho a acceder al matrimonio en los colegios", presionando a las organizaciones católicas.
El gobierno francés llevó a cabo dichas declaraciones después de que se hiciera público que la Iglesia Católica envió una carta a sus colegios e institutos para pedir a los mismos que trataran en clase el matrimonio igualitario, con el objetivo de localizar a los jóvenes que respaldan dichas uniones y presionar a los mismos para que dejen de respetar el derecho de cualquier ciudadano, sin importar su orientación sexual, a contraer matrimonio con la persona que desee.
TOMADO DE UNIVERSO GAY
Llegados de toda Francia en 900 autobuses, 30 trenes y miles de automóviles -a los cuales se sumaron los parisinos-, cerca de un millón de personas desfiló el domingo en las calles de París para exigir al gobierno que retire su proyecto de autorizar por ley el matrimonio gay y la posibilidad de que los homosexuales puedan adoptar niños.
Si es aprobado por el Parlamento, que comenzará a considerarlo el 29 de enero, el proyecto presentado por el gobierno socialista de François Hollande acuerda a las parejas homosexuales que contraigan enlace los mismos derechos que tienen actualmente los matrimonios heterosexuales.
La marcha, que comenzó en tres lugares diferentes de París y culminó a los pies de la Torre Eiffel, congregó 800 mil personas, según un vocero de los organizadores. La policía, por su parte, calculó que hubo algo más de 340 mil personas. Algunos expertos en este tipo de demostraciones callejeras estimaron que hubo cerca de un millón de personas, teniendo en cuenta que la gente se concentró en las aceras a ambos lados del desfile. Por otra parte, numerosos concurrentes no hicieron todo el recorrido, que duró en total casi cinco horas y se realizó bajo un frío inclemente, cielo gris e intenso viento.
La enorme protesta, bautizada Manifestación para todos, fue sin duda la mayor demostración pública realizada en los últimos 25 años en París. El otro precedente de esa magnitud fue la gran manifestación organizada en 1984, durante el gobierno de François Mitterrand, en defensa de la escuela libre. Esa prueba de fuerza reunió unas 850 mil personas.
La Iglesia católica tuvo una activa participación en la organización de la manifestación e incluso algunos prelados desfilaron en primera fila, pero "a título de ciudadanos". El cardenal primado, monseñor André Vingtrois, se limitó, por su parte, a presenciar la salida de una columna.
Entre los militantes había numerosas familias con niños que portaban pancartas en las que se podía leer "Viva la familia, no a una imitación", "No al OGM humano", "No desnaturalicemos el género humano", "No hay óvulos en los testículos" o "Sé de donde vengo, pero me pregunto adónde voy". Un servicio de 6 mil miembros evitó que se produjeran incidentes.
La única provocación fue protagonizada por un gay que se acercó a un grupo de organizadores en el momento en que formulaban declaraciones a la televisión. En forma sorpresiva, se acercó a uno de los dirigentes y le dio un beso en la boca. Fue tan grande el estupor que el agresor pudo alejarse sin problemas antes de que el servicio de orden tuviera tiempo de reaccionar.
Al terminar la marcha, los portavoces de la protesta leyeron una carta abierta dirigida a François Hollande en la que le solicitan que "suspenda un proyecto que divide a los franceses".
La presidencia reiteró que no dará marcha atrás. La manifestación fue "consistente" y "expresa una sensibilidad que debe ser respetada", pero "no modifica la voluntad del gobierno de organizar el debate en el Parlamento para permitir que la ley sea votada", declaró una consejera de Hollande.
Más de un centenar de diputados y senadores del partido sarkozysta Unión para una Mayoría Popular (UMP) que ocuparon primeros puestos de la manifestación le dieron un tono decididamente político a la protesta. El llamamiento a manifestar, lanzado hace algunos días por el presidente de la UMP, Jean-François Copé, no unánimemente seguido por su partido. El exprimer ministro François Fillon no participó en la marcha, pero aportó su respaldo a los opositores al matrimonio homosexual y exhortó a Hollande a "no imponer por la fuerza" un proyecto que "divide" al país.
Copé también apeló a Hollande a escuchar las demandas populares. El exministro Laurent Wauquiez, por su parte, exige la organización de un referendo.
El Frente Nacional de extrema derecha también se dividió. Mientras que su vicepresidente Louis Alliot participó en la manifestación, la líder del partido, Marine Le Pen, estuvo ausente para "no hacerle el juego a la UMP". Para ella, el debate sobre el matrimonio homosexual es una "tentativa de distracción" de la clase política para que no se aborden los verdaderos problemas del país.
Pen estuvo ausente. Para ella, el debate sobre el matrimonio homosexual es una "tentativa de distracción" de la clase política para que no se aborden los verdaderos problemas del país.

Si bien la demanda de referendo cuenta con el apoyo de una mayoría de franceses (75 por ciento), no será aceptada por el gobierno. "La Constitución precisa los terrenos sobre los cuales es posible un referendo. Este no es uno de esos casos", declaró la ministra de Justicia, Christiane Taubira.
Hollande estima que, al elegirlo en mayo pasado para ejercer el poder, los franceses ya respondieron positivamente a ese referendo, pues el matrimonio gay figuraba en su programa de campaña. Los electores volvieron a ratificar ese proyecto al acordarle una amplia mayoría en el Parlamento pocas semanas después. Los sondeos demuestran además que el matrimonio gay cuenta con el apoyo de 56 por ciento de la opinión pública, aunque sólo 50 por ciento de la sociedad se declara a favor de la adopción.
Es por eso que la posición del gobierno es mucho más matizada con respecto a la procreación medicamente asistida (PMA). Ese tema fue eliminado de la ley sobre el matrimonio homosexual, y al parecer será incluida en otro proyecto de ley, que se presentará en marzo. Ese tema, que no figuraba entre las promesas de campaña del presidente, es mucho más resistido por la opinión pública. Según sus colaboradores, Hollande debería tener en cuenta la envergadura de la protesta del domingo cuando llegue el momento de pronunciarse sobre la PMA.
Los partidarios del casamiento mostraron su desdén por la posición de los manifestantes antigays, mediante carteles colocados a lo largo del recorrido y anunciaron que, por su lado, desfilarán el sábado próximo en París para pedirle a Hollande que cumpla su promesa.
El presidente francés Francois Hollande ha condenado la presión católica en contra de la igualdad
El presidente de Francia, Francois Hollande, ha mostrado su apoyo a Vincent Peillon, ministro de Educación del país, después de que el mismo exigiera recientemente a la Iglesia Católica que no aproveche sus colegios e institutos en la región para adoctrinar a los jóvenes en contra del matrimonio igualitario.
El presidente de Francia, Francois Hollande, ha exigido públicamente a la Iglesia Católica que no presione a los jóvenes franceses en contra del reconocimiento del derecho de las parejas homosexuales a unirse en matrimonio.
El dirigente francés ha llevado a cabo dicha petición tras la polémica que han suscitado unas recientes declaraciones del ministro de Educación de Francia, Vincent Peillon.
El ministro de Educación francés ha sido condenado e instado a dimitir por colectivos religiosos después de que exigiera recientemente a la Iglesia Católica mantenerse al margen del reconocimiento del matrimonio igualitario.
El ministro de Educación francés pidió a la Iglesia Católica que no aproveche sus colegios e institutos en el país europeo para adoctrinar a los jóvenes franceses en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo.
El ministro de Educación francés manifestó que "no parece sensato iniciar un debate sobre el derecho a acceder al matrimonio en los colegios", presionando a las organizaciones católicas.
El gobierno francés llevó a cabo dichas declaraciones después de que se hiciera público que la Iglesia Católica envió una carta a sus colegios e institutos para pedir a los mismos que trataran en clase el matrimonio igualitario, con el objetivo de localizar a los jóvenes que respaldan dichas uniones y presionar a los mismos para que dejen de respetar el derecho de cualquier ciudadano, sin importar su orientación sexual, a contraer matrimonio con la persona que desee.
TOMADO DE UNIVERSO GAY
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